“Las emisiones de gases de efecto invernadero siguen creciendo. Las temperaturas globales siguen aumentando. Y nuestro planeta se acerca rápidamente a puntos de inflexión que harán irreversible el caos climático. Estamos en una autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador.”
— António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas
El cambio climático debido al calentamiento global supone sin ninguna duda una grave alteración de toda la biosfera, alteración que va in crescendo en el tiempo, conforme aumenta la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera. La influencia humana es la principal causa del calentamiento de la atmósfera, el océano y la superficie terrestre.
Los tres principales gases responsables del calentamiengo global, conocidos como “The Big 3”, son el dióxido de carbono (CO2), el más conocido y cuya concentración atmosférica se mide en partes por millón (ppm), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), que se miden en partes por mil millones (ppb).
La concentración de CO2 atmosférico sigue aumentando año tras año, a pesar de los esfuerzos internacionales por frenar sus emisiones.
Y también siguen aumentando los niveles de metano y óxido nitroso.
La primera consecuencia es que la temperatura del planeta, medida tanto en el aire como en el agua de los océanos, aumenta peligrosamente. En los últimos 14 meses (julio de 2023 - agosto de 2024), la temperatura media global en superficie ha alcanzado máximos históricos, con 1,64 °C por encima de la media preindustrial (1850-1900), superando el límite fijado en el Acuerdo de París de 1,5 ºC.
Fenómenos globales como la oscilación de El Niño / La Niña explican en parte la variación interanual de temperatura, con años más cálidos durante El Niño y más fríos con La Niña, pero la tendencia interanual es al alza desde principios del siglo XX, acentuándose los últimos decenios.
Es crucial señalar que, para nosotros en Europa, el impacto del calentamiento global es aún más severo. Dado que los océanos se están calentando más lentamente que las tierras emergidas, el aumento de la temperatura en Europa es mayor, alcanzando ya un incremento de 2,3 °C desde la época preindustrial.
Y aún hay más por lo que preocuparse. El ritmo de subida de la temperatura media en Europa desde finales del siglo pasado es rápido y mantenido. De seguir así, supondría un aumento de más de 5 ºC en el año 2100.
Las consecuencias son palpables: olas de calor, menos nieve y hielo en las montañas, alteración del régimen de lluvias, inundaciones, incendios forestales, subida del nivel del mar, pérdida de biodiversidad, alteración de suelos, cambios en el medio ambiente marino...
En concreto, las olas de calor ya están teniendo nefastas consecuencias a día de hoy, con cerca de 47.000 fallecimientos en toda Europa en el verano de 2023 y España como segundo país más afectado. Todos los veranos, prácticamente sin excepción, hay excesos de mortalidad por temperatura a lo largo y ancho de Europa.
Las proyecciones de temperatura para finales de siglo en la provincia de Ávila, publicadas por la AEMet, son alarmantes: durante los meses de verano, las temperaturas máximas podrían superar en 7 u 8 ˚C las actuales, alcanzando los 45 ˚C. Además, en verano habría un 50% más de días cálidos y las olas de calor serían más largas y recurrentes. La fauna, la vegetación, los ríos, los cultivos y, por supuesto, los habitantes de nuestro municipio encontrarán un entorno mucho más hostil.
Frente a este escenario, la responsabilidad es de todos, pero especialmente de las administraciones públicas. En este sentido, el Ayuntamiento de San Esteban del Valle asume su responsabilidad y se compromete a tomar medidas decisivas para mitigar el impacto del cambio climático. Como primer paso, es esencial cuantificar las emisiones de gases de efecto invernadero del municipio mediante el cálculo de nuestra huella de carbono. Posteriormente, diseñaremos e implementaremos un plan de reducción de emisiones, compensaremos las emisiones inevitables, y llevaremos a cabo campañas informativas para concienciar a la población sobre la importancia de actuar frente al cambio climático y las acciones que pueden emprender.
El compromiso de este Ayuntamiento es firme: proteger a nuestras generaciones presentes y futuras y preservar el entorno que nos rodea.
En San Esteban del Valle, a 20 de agosto de 2024.
La huella de carbono se conoce como la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto. Tal impacto ambiental es medido llevando a cabo un inventario de emisiones de GEI o un análisis de ciclo de vida según la tipología de huella, siguiendo normativas internacionales reconocidas, tales como ISO 14064, PAS 2050 o GHG Protocol, entre otras. La huella de carbono se mide en masa de CO2 equivalente. Una vez conocido el tamaño y la huella, es posible implementar una estrategia de reducción y/o compensación de emisiones, a través de diferentes programas, públicos o privados.
Para las organizaciones se diferencian tres tipos de emisiones:
En 2014 el Gobierno de España creó el Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de CO2. Este registro es gratuito y voluntario, y está gestionado por la Oficina Española de Cambio Climático. Orientado principalmente a las pequeñas y medianas empresas, permite la obtención de un Sello Oficial emitido por la OECC que indica si la empresa ha calculado, reducido y/o compensado su huella. El primer año que la empresa se inscribe en el registro no puede obtener el sello de emisiones reducidas, pero sí debe presentar un plan de reducción de emisiones, que le permitirá obtener el sello de reducción en posteriores inscripciones en el registro. En este registro se deben indicar al menos las emisiones de Alcance 1 y de Alcance 2.
Se han calculado las emisiones con los factores de emisión 2007-2023 publicados por el Ministerio.
En 2023 no hay variaciones en los puntos emisores identificados en años anteriores.
Combustibles fósiles en instalaciones fijas. El ayuntamiento de San Esteban del Valle utiliza combustibles fósiles en dos edificios, el ayuntamiento y las escuelas municipales. En ambos edificios la calefacción es mediante calderas de gasoil. La del ayuntamiento, de 30 kW de potencia, se instaló en 1987 y tiene, por tanto, 37 años. La de las escuelas es más moderna, de finales de 2001, y potente, con 81 kW. Tiene, por tanto, 23 años. En el edificio Casa de Cuatro Caminos hay instalada una estufa de pellet, pero no ha tenido uso durante el año 2023.
Combustibles para transporte por carretera. El ayuntamiento ha usado varios vehículos, un todoterreno pickup adquirido en enero de 2018 y varias ratonas (o dumper), todos ellos usando gasoil como combustible.
El Ayuntamiento tiene 17 puntos de suministro. En 11 de ellos la tarifa ha sido PVPC durante todo el año, por lo que el factor de emisiones corresponde al mix español. En los otros 6 puntos ha habido un cambio de comercializadora durante el año, el 20/03/2023, que han pasado a Novaluz y estaban con Naturgy, Iberdrola Clientes y Gesternova. Con Novaluz la tarifa es indexada y de origen renovable, a pesar de que la comercializadora es Escandinava de Electricidad, pues se han estado pagando gastos de gestión de energía limpia en todos los puntos durante toda la duración del suministro.
La mayor parte del consumo se produce en la red de alumbrado público (60%), los kioscos de Cuatro Caminos y la piscina alcanzan un 22%, los edificios municipales (ayuntamiento, colegio, edificio multiusos y nave municipal) un 7%, los dos depósitos de agua un 6% (en el de mayor consumo hemos instalado placas fotovoltaicas), la piscina municipal un 4% y el punto de recarga de vehículos eléctricos un 1%.
En 2023 las emisiones totales del ayuntamiento han sido de 41,28 t CO2 eq., correspondiendo la mayor parte, un 56%, al suministro eléctrico, un 29% al gasóleo de calefacción de las escuelas y el edificio del ayuntamiento y el 15% restante al gasoil y gasolina utilizados en los vehículos de combustión municipales.
Con este año, el ayuntamiento ya lleva 6 años calculando su huella de carbono. Las emisiones se han mantenido similares en los cinco primeros años, salvo en 2020, evidentemente por la pandemia de COVID19. En 2023, con las principales actuaciones del plan de reducción de emisiones en marcha pero no culminadas, hemos conseguido reducir las emisiones gracias al cambio de comercializadora eléctrica en 6 puntos de suministro.
Es un indicador ambiental que pretende reflejar «la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización, evento o producto». Tal impacto ambiental es medido llevando a cabo un inventario de emisiones de GEI o un análisis de ciclo de vida según la tipología de huella, siguiendo normativas internacionales reconocidas. Se mide en masa de CO₂ equivalente. Una vez conocido el tamaño y la huella, es posible implementar una estrategia de reducción o compensación, públicos o privados.
