La Villa de Mombeltrán pregona su pasado señorial desde lo hondo del Barranco. El esplendor de la antigua Colmenar resalta en el castillo, la magnífica iglesia o la profusión de casas blasonadas que circunda la Corredera.
El más elevado de los pueblos del Barranco se oculta en un vallecito bajo el puerto del Pico. Sus calles cuajadas de rica arquitectura popular son testigos del paso secular de gentes y ganados por la vía vertebradora de la historia barranqueña: la calzada romana o cañada real.
Surge Villarejo entre bancales de olivo por debajo del pinar; callecitas de sabor popular con el telón de fondo del Torozo: eterno vigía en lo más alto del Barranco.
Multitud de vías de escalada clásica y semi-deportiva, en El Torozo, los riscos de Villarejo y en la pared de la Albujea.
Colgado en su ladera este, es Santa Cruz el que ofrece las mejores vistas del Barranco; cualquier punto de su entramado urbano hace de improvisado mirador. Las pinturas murales de sus fachadas ponen la nota original al pueblo que más tarde se independizó del señorío de Mombeltrán.
El Barranco de las Cinco Villas es una comarca natural constituida oficialmente como Mancomunidad, perteneciente al valle del Tiétar y la comarca de Arenas de San Pedro, enclavada al sur de la provincia de Ávila y al sur de la sierra de Gredos.
El conjunto esta declarado Paisaje Pintoresco con la condición de "Bien de Interés Cultural" desde 1975.